Aún quebrada, aún con demonios, aún gorda, aún mal. Aún recordando tan célebre frase de mierda en mi familia: LA GORDA ANORÉXICA.
Tan tóxica como siempre, como antes y después.
¿Qué ha cambiado en estos años?
Ya no tengo tantas ganas de morir, ya no tengo adicción a los laxantes, ya no me mutilo (no tanto como lo hacía antes), ya probé de las peores drogas: Sentí amor. Y entre tantas otras buenas y malas.
Así es; mi vida sigue siendo una puta montaña rusa(cabe resaltar que es una de las cosas que más odio). Ahhh y también, soy profesional y estoy trabajando.
Malas decisiones por ahí y por aquí. Aún el ,al sabor mal sabor de no haber llegado a mi meta.
Aún es difícil controlar lo que como. Aún tengo mi imagen corporal totalmente distorsionada.
Aún esos fantasmas presente en mi cabeza. ¿Cuándo parará todo eso?
No se olvidan las malas costumbres, aún no dejo de morder el tenedor al comer. Uno que otro vómito mancha la alfombra de mi habitación. Sigo atesorando esos diarios de mierda en los que escribía de lo que debía y no debía hacer (por cierto no tienen ya esas hojas, mamá las arrancó y se las entregó al terapeuta). Me aferro a ese peine de mango largo y el hashi (palillo) con esos huequitos evidenciando el efecto que hizo el ácido de mi estómago, el pánico a una balanza. Siempre tengo un cutter a la mano por si necesito liberar esas horribles sensaciones.
Extraño lo que significaba comer, un suplicio; también extraño la sensación de mis caderas chocar en mis pantalones, esa sensación de ver agonizar el atardecer al mismo tiempo que yo me sentía morir, la sensación de miedo en la oscuridad de mi habitación, los números que veía en la comida, lo bien que se sentía sacar toda absolutamente toda la comida, el terror a verme en el espejo, que la ropa quede holgada, el miedo a que vean mis cortes, esconder mi historial,mis imágenes THINSPO las que me ponía a contemplar en mis ratos libres, y un sin fin de cosas.
Recuerdo que siempre decía que cuando ya trabaje me dedicaré a ahorrar dinero y a ser flaca, ya no tendría que rendir cuentas de mi vida a mamá. Soñaba con vivir sola en una habitación blanca con una refri llena de gelatina diet, unas cuantas verduras y frutas, hielo y mucha agua; obvio sin olvidar mis laxantes.
Pero las cosas casi siempre no funcionan como esperamos, como ya lo mencioné sigo gorda, tanto como en colegio, así es, subí mucho de peso y eso lo atribuyo a que en mi último trabajo, junto con que me convertí en una adepta del alcohol (lo adoro, y no pienso en calorías cuando lo disfruto), es difícil hacer ejercicio con el tiempo que paso aquí.
Y si ahora me encuentro aquí escribiendo esto significa que ahí vamos otra vez, vi unos hermosos HipBones. Vamos desde Cero.
A estas alturas no mencionaré que otros motivos me trajeron aquí. B<3
